Modulo
III.
Imagen de la mujer en la arqueología,
la mitología y la etnohistoria de
Venezuela. La sombra y su reflejo.
Morón, Camilo |
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para
el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).
En
el resumen de esta lectura esencial, se
destaca la importancia mágica y mítica de la mujer amerindia representada en
algunos objetos hallados por los
arqueólogos, quienes las interpretaron como las Venus indígenas, las cuales fueron concebidas
universalmente, como el símbolo de la fertilidad por excelencia y la base de
todo un sistema representativo de la humanidad y del Cosmos, figuran entre los
objetos arqueológicos que han inspirado mayor cantidad de tratados por diversos
autores como Clarac, que en sus tratados
de la etnohistoria venezolana, alude a la variedad de
temas femeninos que ha encontrado
y a sus variaciones, en una serie de representaciones con las cualidades que
reune atributos opuestos, pasando de un concepto a otro,como algo distintivo
del pensamiento mítico. La Diosa de la
fertilidad puede ser buena pero temible
e inspiradora de las representaciones simbólicas tanto prehispánicas como
actuales, siendo uno de los casos el de
María Lionza, entre otros.
La fertilidad mágica de la mujer ha sido
concebida en Venezuela como; la Diosa
Madre Universal fértil con hijos; Jamashia o Arca de Mérida, la Diosa del Agua
y la Fertilidad, la Icaque de Trujillo,
cuyo vientre es la tierra y la placenta, la Laguna-Luna. En ves la mujer estéril, es la
mujer-monstruo: la Llorona, la Sayona, la Dientona, la Bruja, que en el
imaginario andino es una mujer seca, porque se secó a sí misma, es el
equivalente de la mujer perseguida por el zángano, vestigio andino del shamán.
La mujer menstruante al contrario de la fertilidad es concebida en
contraposición al agua positiva del útero que concibió; ella ‘seca’ las
plantas, ‘seca lo que toca’, ‘seca al hombre’. Todas las asociaciones de ideas,
de seres y cosas son posibles, según el contexto del momento; en la Edad Media
se creía que mataba la hierba, empañaba los espejos, agostaba los brotes de la
vid, disolvía el asfalto, producía manchas imborrables en la hoja de un
cuchillo. En el imaginario colectivo venezolano, la imagen de la mujer se ve
desde varias perspectivas, pero es, en los espacios narrativos y poéticos de la
leyenda y el mito donde el símbolo se funde
con los elementos primarios y eternos: el día, la noche, el sol, la luna, el agua, la tierra, el viento, el
deseo, el dolor, la locura y la muerte... Una dialéctica singular guía la
interacción entre lo vivido y la simbología
que como una respuesta se
construye en torno a la experiencia. Así, mientras más intensa y rica es la
vida anímica, más intenso y complejo es el sistema simbólico que la dibuja
discursivamente. Lévi-Strauss (1987:
246), formula en uno de los ensayos, que para develar el significado de los
mitos y sus representaciones plásticas en objetos arqueológicos, el etnólogo y
el arqueólogo pueden colaborar a fin de
dilucidar problemas comunes como el significado de algunos símbolos culturales,
entre ellos las Venus amerindias, donde la interpretación propuesta
inicialmente en Europa las considero
como estatuillas de las Diosas de la Fertilidad y de ejemplares muy antiguos,
las primeras fueron encontradas desde 1908, y bautizadas por los franceses como
Venus la diosa romana del amor. La estatuilla austriaca fue llamada “Venus de
Willendorf”, por la ciudad en la que fue encontrada. Son sorprendentes por la
uniformidad de su estilo y el cuidado con que fueron esculpidas tanto en piedra caliza, en basalto o en hueso, casi
todas coinciden en algunos rasgos distintivos: grandes senos resaltados,
caderas abultadas y la zona genital muy marcada. Existen muchas y divergentes
teorías sobre su autoría y su significado: representación de las Diosas de la
Fertilidad, reflejando una edad donde la mujer gobernaba por ser “Legadora de
Vida, Poseedora de la Muerte y Regeneradora, eran una imagen pornográfica de la
Edad de Piedra, o eran regalos, esculpidos.
Los
arqueólogos también distinguen dos tipos de objetos: artefactos tecnoeconómicos
ligados directamente a las técnicas de producción y los artefactos ideotécnicos
o ideoartefactos, con a la significación
y la simbolización de la racionalización ideológica en un sistema social,
características básicas sobre las que comienza cualquier análisis tipológico;
función y uso, patrones formales, técnicas de manufactura, criterios plásticos
y materias primas, pero según los
metates desde el comienzo fueron interpretados a través de una sola y única
lectura que articulaba el dato arqueológico, la investigación etnológica, la
relación histórica y la noticia folklórica: eran objetos propios de las
mujeres, eso era todo. Tras el trato desdeñoso dado al metate, se ocultan por
igual la vergüenza étnica y el desprecio de la feminidad y sus símbolos. Entre
las mudas, empero elocuentes piedras de moler, las piedras marcadas por los
petroglifos, las Venus de barro cocido y las mitologías originarias de los
amerindios se tiende una secreta y delicada red de vasos comunicantes: los
nervios de un mundo mágico.
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