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Diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre

Las  rieleras  de los Menhires



El diplomado pretende fomentar la capacitación de recursos humanos en el área del estudio y conservación preventiva del arte rupestre, tanto en el sector académico como en las comunidades. Es patrocinado por la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm), a través de los decanatos de las áreas de Acción Social y de las Ciencias de la Educación, así como de la licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles, con el aval del Gabinete de Cultura  y  el Instituto de Patrimonio.
Trabajo de campo. 
Resaltado de los petroglifos 
llamados huellas del Jaguar 
o cumulo estelar llamado Pléyades
Las  rieleras  de los 
Menhires con Petroglifos


Las imágenes corresponden a la primera visita de trabajo de campo fotográfico, del Diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre, realizado en el  Museo de Piedra Pintada, el cual forma parte del parque Nacional San Esteban, está situado en el Sector Tronconero de Vigirima, en el municipio de Guacara, Estado Carabobo. Esta integrado por un importante conjunto de petroglifos, menhires y  restos arqueológicos pertenecientes a una de las tribus Arahuacas y Caribes.
La ubicación de los alineamientos y su construcción, hacen pensar que estan relacionados con las mitologías locales, ligadas al culto del agua y de la tierra, por los petroglifos grabados en ellos, aunque lamentablemente ya no se logran apreciar, la mano del hombre y los agentes atmosfericos los han deteriorado y se fotografiaron solo los que se ven en la imagen resaltados, son puntos acoplados o llamados huellas del jaguar y que hoy en día se relacionan con el cumulo estelar Pléyades.
"Muchos antropólogos afirman que en Venezuela la etnia Pemón posee la concepción mas elaborada acerca de la medición del tiempo, tienen un calendario como un legado cultural, el cuál  contiene nueve periodos asociados con los fenómenos climáticos y algunas constelaciones (Pueblos Indígenas de Venezuela, Pemón. Págs. 66 y 67), entre ellas el cúmulo estelar de Pléyades, en la constelación occidental de Toro, es uno de los agrupamientos estelares más observado y registrado por la mayoría de las etnias,  su aparición es indicadora de la proximidad de la época húmeda o de lluvias, lo cuál implica siembra y recolección de frutos de la tierra".

Primer resumen correspondiente a la “Parte 0.1” 
Relación Esencial de la Investigación sobre Arte Rupestre en Venezuela:
Desde la Visión del Mito a la Lectura de la Ciencia.
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

El autor de esta Lectura esencial “Camilo Morón” quien es un historiador del arte, etnólogo,  docente e investigador universitario, tiene una gran preocupación y un sentimiento que lo obliga a fijar una posición absolutamente clara ante la precaria situación por la que pasa el Patrimonio Cultural Arqueológico de la Nación. Nos  describe  los diferentes  investigadores quienes con sus escritos sobre los trabajos de campo del Arte Rupestre  dejaron sus  aportes,  al igual nos  relaciona con los modernos criterios científicos y técnicos para  guiar a  la conservación y la restauración de los Bienes Patrimoniales. También se sustenta en la legislación venezolana que destaca la investigación, rescate, preservación, conservación, restauración, revitalización, revalorización, mantenimiento, incremento, exhibición, custodia, vigilancia, identificación del legado Patrimonial Cultural y la obligación compartida que tiene del Estado y los ciudadanos, recomienda la consulta de los artículos 2, 7, 8 y desde el art. 44 hasta el art. 48 de  la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (1993). La cual  prela sobre otras leyes, como la Ley Penal del Ambiente. 
Entre las referencias  más remotas que presenta  sobre el Arte Rupestre de Venezuela, describe  un documento fechado en 1729 por el padre jesuita Juan Rivero (intitulado Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Meta y Orinoco),  allí se  narra que los misioneros que llegaron en 1671,  no concebían como en los peñascos tan altos estuvieran   imágenes grabadas y que  solo podía ser obra del demonio. El autor de esta primera lectura  esencial nos relaciona con  otros documentos inéditos de los Frailes Capuchinos de 1650, donde un misionero cuenta sobre las ideas de la creación del  mundo por las  tribus, estos la atribuían a un solo hombre a quien llamaban Amanaroca y  Chotocompías, quien   mato a su hermano Conoroyma y convirtió el cuerpo en un gran peñasco, también creían que el Sol y la Luna eran seres vivientes.
Otra  referencia de roca pintada es la del Orinoco (Tepu Mereme), en el ensayo de Philippo Salvatore Gillij (1781), los indios Tamanacos creían que los  grabados fueron hechos  por su Dios Amalivaca, creador del género humano, quien viajando en su canoa, durante la “edad de las grandes aguas”, grabó las figuras del Sol y de la Luna sobre la  roca.
 Este Dios había venido de tierras lejanas y  se marcho después de crear el  mundo, prometiendo volver y dejando la huella de su pie  en la roca. 
En otro pasaje de la obra de Gillij, se comenta que los indios fingían prestar poca atención a los grabados. En  Guayana para las tribus  Macusi y Arekuna entre otras, fue  Makuanaima Moomoo (el hijo de Dios), quien mientras viajaba por la tierra  dibujaba los Petroglifos con los dedos en la superficie  aún fresca y húmeda del mundo recién nacido.
En lo referente a los venezolanos que nos dejaron los primeros escritos sobre los trabajos de campo del Arte Rupestre, vemos como es  Arístides Rojas, quien desde 1874 con su extensa obra pionera nos aporto la pasión y  la intuición para intentar describir e interpretarlos, para Él los petroglifos eran mensajes que tratarían episodios de su historia, sus mitos, leyendas y costumbres, los cuales fueron legados para las futuras generaciones  por las tribus de origen Caribe, a las cuales les adjudica los  símbolos como el Sol, la Luna y la rana. Estableció  una cronología entre los acontecimientos del Valle de Magdalena y Cundinamarca, explicando  que los petroglifos que representaban ranas  con las patas estiradas grabados en las rocas y localizados en las cimas de las montañas que rodean estos valles, representaban tierras inundadas, ya que en esta región sucedido un cataclismo y las ranas que aparecen con las patas encogidas, indicarían el descenso de las aguas.  También  se basaba en los relatos de Humboldt, para explicar que la altura de las aguas permitió el acceso a las cimas de tan altos peñascos y que la acción erosiva del agua sobre las rocas las reblandeció facilitando elaborar los  grabados. Para  algunas rocas que tenían  grabadas   manos y caras,  les dio el  símbolo de la amistad  y  que podrían indicar la presencia de cementerios, como en  México. 
En sus publicaciones se encuentra la fecha de 1873, en que Anton Göering hizo la acuarela de petroglifos de San Esteban Pueblo en Carabobo y el articulo donde Adolf Ernst remitió a la revista Globus en Berlín, desde Caracas.
Otra relación es con la antropóloga Jeannine Sujo  Volsky (1997), quien  realizo un amplio inventario del Arte Rupestre y clasifico los petroglifos según la técnica de elaboración en: bajo relieve lineal: en el que se excavan el delineamiento de la figura y sus detalles internos, bajo relieve planar; donde se excava totalmente la figura, alto relieve lineal; en la que se excava el área alrededor de la figura y alto relieve planar; en la que toda la figura aparece elevada sobre el plano. Su registro fue de 379 yacimientos que contaba con: 320 estaciones de petroglifos; 28  pinturas rupestres; 10 piedras o cerros míticos, 6 conjuntos megalíticos; 18 bateas, 16 amoladores, 2 micropetroglifos, 1  geoglifo. 
Para los grandes académicos como José Vicente Abreu, los Petroglifos representaban una extraña escritura realizada en los primeros libros de piedras,  que conforman las  bibliotecas a cielo abierto, los cuales no se lograban desentrañar, ya que faltan las claves de iniciación de sus autores, quienes probablemente los habrían realizado como  auxiliares de la memoria contentiva de los conocimientos que tenían sobre el origen del hombre y de las cosas, tal ves los habían realizado esperando se mantuvieran eternamente como  huella indeleble de su existir.  Hoy en día el diccionario solo nos dice que los petroglifos son grabados sobre las rocas y con la técnica de  percusión o descascarillado y propio de los pueblos prehistóricos.
 Según parece se han encontrado en algunos sitios arqueológicos en el Alto Loa (Chile),  instrumentos que fueron utilizados para la elaboración del  Arte Rupestre, como hisopos, percutores, piedras abrasivas como el cuarzo y conchas marinas del corubo o curubo  (Strombus gigas), cuyos fragmentos se han encontrado incrustados en los surcos identificado líneas guías, también se describe la posibilidad de que utilizaran  la aplicación de savia silicolítica de ciertas plantas (Euphorbiáceas, Cereus) a la roca, catalizando el proceso de desintegración de la superficie que se deseaba grabar y las protuberancias o depresiones naturales de la roca eran integradas a la figura utilizándolas intencionalmente como relieve; los surcos eran grabados mediante la técnica de percusión  y sometidos a un proceso de pulimiento. En Cunucunuma Estado Amazonas, encontraron  pruebas del uso de pinturas hechas de onoto (Bixa orellana), caraña y agua con la que los  coloreaban. 
Es fantástico que ya en Venezuela se pueda determinar dataciones a través  de la termoluminiscencia, con la cual según sea el límite máximo de exposición de la caliza en la cual fue grabado el petroglifo, se le establece la época, esto se realizo por Eduardo Vaz, jefe del Laboratorio de Arqueometría del Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC), en  Chipare, Edo Falcón, indicando una edad próxima de los 4.000 años a.p. Esta edad corresponde a una temperatura promedio de 30° C. vendría hacer la Época Meso-India donde se  desarrollo  la tecnología de la piedra pulida y se dio el proceso inicial de la conformación de sociedades complejas y sedentarias.
Es  interesante  como él autor de esta Lectura esencial, evalúa el estudio del Arte Rupestre en Venezuela y dice que se encuentra en una encrucijada donde están los que consideran el saber como  exclusivo de los académicos y, la demás mayoría que  suma  la participación de las comunidades cercanas a los Sitios con Arte Rupestre (SAR), en conjunto con los científicos, los artistas, los artesanos, los promotores culturales, los empresarios, los maestros de escuela, los turistas. 
Nos recomienda  también el empleo de nuevas técnicas de registro de campo, analizar en los laboratorios, utilizar la comunicación en los medios digitales y alternativos, congresos regionales, nacionales e internacionales, programas de formación y capacitación destinados a las comunidades, a los estudiosos y también  a los curiosos, con miras a una revisión de las fuentes históricas que permitan actualizar el inventario de nuestro Arte Rupestre.


 Resumen de La Lectura Esencial  parte 0.2 
 Apuntes de Arqueología y Etnología Venezolana
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Continuando con los resúmenes de las lecturas esenciales, se destacan en estos apuntes de  Mgs. Sc. Camilo Morón la importancia que tienen los datos  arqueológicos, lingüísticos  y  más recientemente los  genéticos,  al igual, los buenos testimonios de los diferentes estilos de la Cerámica  Arqueológica, con los cuales  se  ha logrado,  determinar las diferentes épocas del desarrollo humano y,  dar una fecha para el Poblamiento Temprano de Falcón, con una  llegada de estos,  entre  15 a 20 mil años. Aunque si hay investigadores que se aventuran a datar entre 40 .000 años  y  50.000 años antes del presente y, que no solo entraron por el estrecho de Bering, siguiendo  las manadas de las cuales se alimentaban e internándose en tierras continentales, sino que por los hallazgos recientes en Chile y Argentina, fechados en 14.000 años, concordando plenamente con los yacimientos arqueológicos encontrados en El Jobo, Muaco y Taima-Taima del Estado Falcón,  se aprueba la otra teoría, donde los grupos humanos navegaron  bordeando la línea costera, alimentándose esencialmente  de moluscos, peces, vegetales silvestres y, ocasionalmente, cazando grandes mamíferos.  Esta  línea costera posiblemente tenía un perfil distinto, ya que probablemente  se llegaba caminando hasta lo que son hoy las islas de Aruba y Curazao.   
Estos  primeros falconianos no habrían convivido con  los representantes de la mega fauna, de los cuales se han encontrado   huesos como los de mastodontes en toda Venezuela, desde los Andes hasta los Llanos. Solo debieron convivir con animales aún existentes en el presente como las aves, las serpientes, los murciélagos, roedores como lapas, picures y conejos, con venados, matacanes, báquiros y jaguares, ya que se han encontrado sus huesos fosilizados, al igual con una gran variedad de insectos, que hoy se encuentran  atrapados en ámbar, o bien testimonios de su actividad como colmenas fósiles, que datan de aproximadamente 14.000 años. También los hallazgos arqueológicos de montículos de conchas,  muestran claramente la practica de la pesca y el  desarrollo de habilidades marítimas  en  la época  Meso-India (5.000  a.C. – 1.000 a.C.), donde la agricultura en sus comienzos no fuese tal ves  muy eficaz, siendo un complemento  la recolección de frutas y vegetales silvestres, surgieron  entonces una variedad de implementos, incluyendo piedras pulidas como  morteros o piedras de moler para preparar las primeras plantas cultivadas. También se encuentran por primera  vez vasijas de cerámica, las cuales incluyen jarras  con  impresión de tejidos y decoración geométrica y torteros de barro muy similares a los budares, la cerámica seria  usada tanto en objetos utilitarios así como también en urnas funerarias muy elaboradas. 
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 Las formas de organización social, política, arte y religión, surgieron  cuando la  agricultura se desarrolla lo suficiente para reemplazar la caza, la pesca y la recolección como medio básico de subsistencia en la Época Neo-India (1.000 a.C. - 1500 d.C.), ya que se lograron con esto,  el desarrollo de comunidades más extensas. En la Venezuela oriental la yuca continuó siendo el producto básico, pero en el occidente Los neo-Indios prefirieron el maíz, domesticado en América Central, desde donde se dispersó hacia el sur y el este. Entre  los restos arqueológicos del período Neo-Indio se cuenta con la  cerámica presente en casi todas partes y huesos, conchas, algodón  e inclusive metales que son usados para hacer artefactos, al igual que restos de comida, fogones y entierros,  construcciones religiosas y residenciales, algunas levantadas  sobre montículos. Hay  sitios que han sido estudiados y que datan de la época Indio-Hispana (1500 d.C. - hasta el presente) incluyen no sólo poblados indígenas, sino también misiones y otros asentamientos españoles, donde se han encontrado  artefactos  españoles y  cerámicas indígenas de varias áreas del Caribe, las cuales abandonaron por  estilos y  formas nuevas de cerámica local, que aún sobreviven ruralmente con escazas modificaciones. 
Fueron  los investigadores: J. M. Cruxent e Irving  Rouse quienes elaboraron una detallada cronología de los yacimientos arqueológicos en Venezuela definiéndola en estilos, que  según las series de áreas y períodos: Saladoide, Barrancoide, Dabajuroide, Tocuyanoide, Arauquinoide, Ocumaroide, Tierroide, Memoide y Valencioide,  definen la totalidad de las costumbres  referentes a la alfarería, dando un carácter socio-cultural a su noción de estilo. De esta forma resaltan las contribuciones que los indígenas han hecho a la cultura moderna  de Venezuela. 
Otro de los apuntes importantes, es sobre lo que se conoce como  Arte Rupestre, opina que se deben incluir en la definición tambien “las piedras míticas y los geoglifos”, ya que como se sabe lo “Rupestre”, es una actividad humana sobre superficies rocosas y lo de “Arte” no significa que se trate de objetivos artísticos, es sólo una de las formas como se ha intentado definir su significado, pero si son los orígenes de la expresión plástica que habría de dar curso al devenir del arte.  En si los petroglifos  y  todas  las expresiones  que encierra  lo  Rupestre, no son sólo documentos del pasado, son testimonios rigurosamente contemporáneos y deben ser estudiados antropológicamente  en conjunto  con  la cerámica,  ya que hoy  en día,  la cerámica moderna refleja  la  herencia étnica  universal y autóctona,  de la noble mano sensible del artesano ceramista, que funde en la candela, el  barro impregnado del  crisol de sus conocimientos ancestrales.
Resumen de Las Lecturas Esenciales 0.3 y  0.4 
Apuntes de Arqueología de Venezuela, 1era  y 2da parte
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Este resumen comprende las dos lecturas esenciales, ya que varios textos de la lectura 0.4 comprenden los de la lectura 0.3. En estos apuntes, se dan las variantes sobre la  definición de la palabra arqueología, sobresaliendo como un término antiquísimo  y  su empleo, se remonta a la antigua Grecia, que indicaba ”la historia más antigua de los griegos”, en Italia al fundarse la Academia Pontificia Romana de Arqueología se estableció como “el estudio de los monumentos antiguos” para el 1821. Pero para la reflexión de la arqueología en Venezuela, se indica que  puede remontarse a los pueblos indígenas ancestrales,  cuando proponían definiciones míticas de sus orígenes, así quedo documentado por  Salvatore Gillij y Alexander Von Humboldt, donde se explicaba entre los Tamanacos, verbigracia, que los petroglifos o tepu mereme (piedras pintadas), eran obras de sus antepasados o de su dios creador Amalivaca, en tiempos de Kata Manoa, la Gran Laguna o la gran inundación genésica.
Petroglifo  popularmente relacionado 
con la leyenda del Dios creador Amalavica, 
en el Sector las Clavellinas, San Esteban Pueblo,
 Puerto Cabello. Estado Carabobo.
 También se describe en esta lectura sobre la Etnohistoria, nombrando algunas de las naciones indígenas que poblaban en el s. XVI el territorio de lo que hoy es Falcón como: Los Caquetíos que tenían sus sementeras en las tierras llanas y poblaban las islas al frente de la Península de Paraguaná; los Ayamanes y Ajaguas que cazaban y sembraban en las tierras del Sur, los Chipas eran los que pescaban hacia el Occidente, los Jiraharas que fabricaban flechas y cosechaban la urupagua (Aveledoa nucifera),en la Sierra  y,  la nación de los Caribe, que habían establecido puestos de avanzada en sus campañas de conquista en la región costera oriental. 
Se demuestra como hoy en día ha sobrevivido la presencia indígena en: la toponimia,  nombres de plantas y animales, en los mitos y las leyendas,  la geografía mítica, petroglifos,  cerámica y en la sangre de los falconianos. Se  describe como, durante generaciones, los campesinos venezolanos  han explicado con varios mitos y supersticiones el origen de las herramientas de piedra pulida, recogidas  en sus sementeras, esto no esta muy lejos de las creencias de los antiguos griegos, quienes las llamaron  “piedras del rayo” o “piedras centella y los  druidas  que consagraban las hachas líticas, valiéndose de conjuros mágicos en los que las llamaron “piedras del rayo”. Según por el hecho, de no existir restos de monumentos en Venezuela, se hizo creer en un principio, que no existía arqueología,  pero gracias a la influencia de la corriente del pensamiento positivista de Adolfo Ernst, quien realizo los primeros trabajos sobre arqueología, hizo que los intelectuales venezolanos, comenzaran a interesarse por las sociedades aborígenes extintas y por las vivientes. Realizándose las primeras excavaciones sistemáticas por Vicente Marcano  junto con Carlos Villanueva y Alfredo Jhan en 1877, siendo Marcano quien publica  en 1889, las conclusiones de las investigaciones de la cuenca del lago de Valencia y algunos resultados sobre la arqueología del área del Orinoco. Surgió así,  en  el  s. XIX,  la posibilidad de realizar las primeras colecciones privadas, que luego de ser creados los museos de ciencias,  antropología y arqueología, pasaron a estos.
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En los estudios indígenas tanto de D. Arístides Rojas  como  en la obra sobre las primeras excavaciones  de  A.  Requena, describen  como, solo, por la belleza decorativa y por su estado de conservación, se evaluaba una pieza  arqueológica. Cosa que cambio en la época del boom de  las compañías petroleras, con la llegada de los invitados antropólogos norteamericanos, por Requena, entre los años de 1932 y 1934, se comenzó  a echar los fundamentos de la arqueología moderna  en Venezuela,  de manera esporádica e inconexa. Ya en 1942 J. M. Cruxent comenzó sus estudios  de campo y su primera publicación científica data de 1944, para 1958 se publica otra obra en  co-autoría con Irving Rouse, arqueólogo de la Universidad de Yale y, quienes también editan en 1961, una primera edición en castellano de “La Arqueología Cronológica en Venezuela”, en donde se ofrecía un panorama de  arqueología publicados, no solo  por  sus propias investigaciones  realizadas,  sino gracias al  desarrollo de la red de carreteras, con las cuales se había facilitado las investigaciones y exploraciones de los nuevos descubrimientos de yacimientos, igual  se hizo un  reconocimiento de los autores de las numerosas investigaciones, quienes habían desempeñaron  un papel activo o  colaborado directa o indirectamente, al progreso de la arqueología venezolana como son. Adolf Ernst, Gaspar y Vicente Marcano, Lisandro Alvarado, Elías Toro, Luis R. Oramas, Rafael y Antonio Requena, Miguel Acosta Saignes, Walter Dupouy, Arístides Rojas, Francisco Tamayo, entre otros.
Los  autores de esta obra la concibieron con un espíritu abierto y antidogmático, con una sólida base sobre la cual pudieran construir los futuros arqueólogos, estableciendo una detallada cronología de los yacimientos arqueológicos en Venezuela, en la cual la serie Dabajuroide es la que cuenta con la mayor extensión en el espacio y tiempo, ya que se origino hacia los  inicios de la época Meso-India en el 2.820 a.C. y perduro hasta los tiempos Neo-Indios e Indo-Hispánicos, cubriendo un área distante: desde San Cristóbal, en  los Andes Venezolanos, hasta Porlamar, en la Isla de Margarita, en Kilómetros  alrededor de 1.300, siguiendo la línea de la costa. Esta cerámica fue definida por su técnica de enrollado en  las  bases de la vasijas y con el  componente arenoso, como desgrasante, en su acabado la impresión de tejidos o corrugado de la superficie con las manos, bases anulares caladas, los boles con lados encorvados, las ollas con cuellos que frecuentemente eran acintados, pequeñas asas con rasgos aplicados y su decoración de motivos geométricos  en color ocre sobre engobe. Estas características fueron encontradas recientemente por el autor de esta lectura, en los afloramientos cerámicos de los Médanos de Coro y, en diversos tipos de cuellos de algunas piezas, los detalles del acintado era triple.
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En esta serie no se encuentran los budares de barro que indican el cultivo de la yuca, ya que el cultivo era el del maíz y  a medida que se iba desplazando hacia el Este, se introducían en el área del cultivo de la yuca.
Finalizando los apuntes de esta lectura su autor reflexiona sobre la importancia que tiene un fragmento  cerámico de arqueología, el cual no debe ser deteriorado o destruido, ya que se convierte en un  hallazgo arqueológico estéril, que no permiten continuar recabando datos con los instrumentos y técnicas que la ciencia ha desarrollado para el progreso de las futuras investigaciones.
Agradecimientos por este logro del Diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre en Carabobo, a los profesores Omar Idler y sobre todo a Camilo Morón de la: Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM). Cátedra Museología. Cátedra Bienes Arqueológicos I y II. Cátedra Introducción a la Arqueología Falconiana. Aula Laboratorio de Conservación y Restauración de Bienes Arqueológicos y Paleontológicos.
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Resumen de la Lectura Esencial  N°0.5
El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico
En el Orinoco  Medio, Venezuela
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Imagen copiada de la lectura: 
El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico
En el Orinoco  Medio, Venezuela.


En el Orinoco Medio y otras  áreas amazónicas de  Venezuela, existen lugares privilegiados para la investigación del Arte Rupestre, ya que cuenta con la ventaja de la presencia de grupos indígenas, cuya mitología y practicas rituales todavía refieran a estos sitios, aunque actualmente ninguno admite elaborar estas manifestaciones, la atribuyen a entes sobrenaturales, héroes culturales que habitaban la zona en tiempos míticos, antes de la creación humana. Santos Granero (1998), propone que las memorias de tradiciones colectivas, parecen tener una duración más larga en el tiempo, ya que las piedras con petroglifos y otros hitos geográficos sobresalientes adquieren una permanencia, por medio de  su incorporación en las narrativas míticas y la actividad ritual, que los transforman en verdaderos topogramas o topografías. Por  esto son importantes los registros integradores, con el fin de conocer el papel de estas manifestaciones en la construcción cultural del espacio, como elemento clave para su interpretación. La documentación de levantamientos topográficos, etnográficos, fotografías, calcas y dibujos, que se han realizado y los análisis  a  miles de pinturas, grabados y artefactos en sus diferentes contextos, intenta establecer esas  relaciones entre los estilos cerámicos y los estilos de las pinturas Rupestres, ya que el Arte Rupestre, muchas veces ofrece una forma mas completa de información complementaria, sobre la vida y su testimonio del mundo sagrado y de las  diferentes expresiones de las generaciones de  pobladores que utilizaron y reutilizaron estas aéreas;   a diferencia de las evidencias arqueológicas recuperadas, por estar muy fragmentadas o descontextualizadas. 
Según las investigaciones,  el Arte Rupestre  del Orinoco Medio, fue realizado  en diferentes contextos, que corresponderían a las diferentes funciones que tuvieron dentro de la vida de las sociedades pretéritas, como en los casos, donde se ubicaron las pinturas rupestres en grandes cavidades utilizadas para los rituales o  ceremonias publicas ya que podían albergar a muchas personas de pie y con  buenas condiciones de claridad, las pinturas se definieron en grandes paredes verticales o techos con superposición de diferentes estilos definidos tanto por su contenido,  tipo de pigmento, textura y técnica. Otros  estaban en pequeños abrigos, que solo permitían la entrada a pocas personas o prácticamente tan reducidos que solo se podría entrar agachado inclusive acostado. Con respecto a los petroglifos los motivos son grabados y raramente se superponen, se conforman de elementos aislados y con poca relación entre ellos. Son frecuentes en piedras  y lajas bajas cerca de los ríos y sitios de habitación, en  afloramientos rocosos de las sabanas y en menor cantidad en abrigos pequeños,  los que se encuentran realizados en las riberas o islas de los ríos, tal ves sirvieron como calendarios, ya que por las fluctuaciones  de las aguas en las diferentes estaciones, se exponían o se cubrían. En lo general fueron realizados en superficies de fácil acceso aunque si se tiene el caso de piedra Pintada, un gigantesco cerro a más de 50 metros, localizado en Puerto Ayacucho.
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El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico 
En el Orinoco  Medio, Venezuela.

Otra de las  evidencias arqueológicas son algunos artefactos líticos, que amplían el conocimiento sobre la utilización de los sitios, ejemplo de esto son los hoyuelos realizados en superficies líticas planas, que podrían haber sido utilizados en la preparación de pigmentos utilizados en las pinturas. Otras evidencias son cantos rodados utilizados como machucadores, hachas hechos por picoteo y abrasión, piedras con superficies planas y pequeños huecos circulares utilizados  para romper nueces, todos estos artefactos encontrados en las excavaciones de las cuevas estaban asociados a restos de animales, cerámicas de los diferentes estilos pero con desgrasante del caralpé,  por lo cual se infiere a una ocupación pre-cerámica con una subsistencia orientada a la caza y recolección entre unos  9000  y 4000 años A.P. con  una utilización esporádica por más de tres milenios. Varios pueblos Indígenas utilizaban las cuevas como cementerios, depositando sus muertos  en  entierros primarios y secundarios. Una probable  importancia en los rituales fue el sonido acústico ya que se encontró en una  cueva en el Cerro de La Vaca, con una roca que se balancea de unos tres metros de ancho, también el la cueva de Amalavicá, existen piedras asociadas a los sonidos como de tambores. 
El estudio del Arte Rupestre ha revelado la existencia de varios estilos, que podrían corresponder a los múltiples referentes  como regionales, de identidad cultural o de cronología de las gentes que los realizaba y que hoy en día es imposible de descifrar. En el caso de los petroglifos  se clasificaron según los temas tratados,  teniendo en cuenta las diferentes  técnicas empleadas, la profundidad de los surcos y su grosor: las representaciones de animales en “zoomorfos” (reptiles y mamíferos entre otros), las caras, cuerpos entre otros, en “antropomorfas”, las figuras de astros, cruces, grecas y demás en “geométricas”, y las figuras que no se definen claramente,  en “abstractas”, las demás figuras menos  frecuentes son llamadas fitomorfas. En los demás trabajos de investigación, se considera que puede haber relación de desarrollo común, por la homogeneidad de los petroglifos hallados en la región meridional (Sujo Volsky, 1978), pero que se podría definir estilos en la región, por  las diferencias en las  técnicas  y motivos  como: Zonas Excisas que son figuras de zoomorfas y antropomorfas con representación de manos y pies, algunas de las figuras alcanzan más de  3 o 4 metros y,  se hallan especialmente en la Isla Lara, Raudales de Atures pero también encontrados en La Urbana, estado Bolívar.
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El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico 
En el Orinoco  Medio, Venezuela.


 Otra de las técnicas predominante seria la de surcos redondeados curvilíneos, asociada  con la expansión de los portadores de la cerámica  Saladoide- Barrancoide, al igual que con algunas pictografías y yacimientos de ocupación temprana con estilos cerámicos,  los  motivos circulares y meandros, tendrían gran similitud al igual que las representaciones de animales, peces y soles con rayos.
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 El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico
 En el Orinoco  Medio, Venezuela.

 Los petroglifos realizados con la técnica de Surcos Rectilíneos, son asociados con la tradición cerámica arauquinoide por el uso de grecas y motivos rectilíneos, que no es muy difundida en la región. La  técnica de surcos anchos y profundos, es  más común en  el pie de monte del Estado Barinas,  también se encontró la representación de una tortuga, con esta técnica, en la cueva Boquerón de los Indios. Otra técnica frecuente  pero en el Orinoco es la elaboración de Cúpulas asociadas a motivos redondeados y curvilíneos.


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El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico 
En el Orinoco  Medio, Venezuela.

En lo correspondiente a la clasificación estilística de las Pinturas Rupestres, se resalta que,  no se replican con frecuencia  en  los petroglifos, solo a excepción de  algunos sencillos círculos concéntricos, cruces y soles, lo cual sugiere que son tradiciones muy diferentes y solo la clasificación  exhaustiva del investigador John Greer (2001)  estableció una cronología relativa, a base de las diferencias en los contenidos como; tipos de motivos,  color, textura de la pintura, ejecución, tamaño de la figura, anchura del trazo, implementos utilizados y superposiciones. La investigación arrojo  pocas  representaciones que muestran animales o humanos conectados por las manos o sobre líneas horizontales que  interconectan los pies, como si caminaran juntos o bailaran, las figuras humanas tienden a ser poco realistas ya que los cuerpos son triangulares o rectangulares, tampoco  es frecuente las representaciones explicitas del sexo, al igual que las escenas de cacería, lo mas frecuente son las representaciones de artefactos como: cestería, embarcaciones y parafernalia ritual, que vienen a ser de gran interés para el estudio etnográfico. Todo esto en las diversas tonalidades de color rojo, anaranjado, blanco, crema, negro, amarillo o bicromas (rojo y blanco, naranjado y negro, negro y blanco) y, en algunos casos se presentan imágenes policromadas (rojo, blanco y negro).


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El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico 
En el Orinoco  Medio, Venezuela.

John Greer (2001) Es quien entonces define la pintura Rupestre en tres ramas con origines diferentes de periodos y dentro de cada tradición.
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 Estudio de los contextos culturales

 de la cueva del CañoOre, Edo. Bolivar   
   Boletín de la Sociedad Venezolana de
 Espeleología versión impresa ISSN 0583-7731
 La primera  rama es la de Ayacucho, que se extiende por los ríos tributarios hacia el interior de Venezuela y Colombia, en el periodo pre- cerámico (4000 a.C. o antes) hasta el periodo cerámico y los motivos son geométricos, monocromos de color naranjado y rojo. A través del tiempo por influencias externas, se proliferan los motivos antropomorfos y geomorfos. La segunda rama llamada de Cedeño, correspondería con la llegada de los primeros pobladores agro-alfareros asociados a las tradiciones Saladoides y Barrancoides (ca. 1500-300 a.C.), las pinturas serian bicromas especialmente rojo y blanco, con el tiempo evolucionaria en nuevos colores entre ellos e el negro, rojo oscuro y, el uso de policromo. Lo caracterizo por la aparición repentina de figuras representativas de animales y motivos concéntricos complejos y desarrollo de la fase de  cerámica Camoruco, asociada a la posible expansión Caribe (350 a.C. a 1600 d.C). La tercera rama según, es la menos estudiada de las tres y, se ubica en el área al sur de los Rápidos de Atures y estaría asociada con la tradición Nericagua del alto Orinoco, demostrando similitud con el área de rio Negro-Amazonas, las figuras son un conjunto de geométricos y formas de expresión distintivas. A pesar de todo este trabajo, aún existen disputas acerca de las fechas “absolutas” correspondientes. Por lo tanto los autores Kay Tarble de Scaramelli  y Franz Scaramelli  de “El Arte Rupestre y su Contexto Arqueológico en el Orinoco Medio, Venezuela”,  sugieren refinar la cronología propuesta y comenzar a documentar las variantes de las secuencias ocupacionales, con más trabajos arqueológicos de forma de resolver las controversias, ya que la secuencia correspondiente a los primeros pobladores agro- alfareros es mas difícil de desentrañar. En cuanto a la cronología de los petroglifos, se sugiere una asociación estilística entre los motivos hallados en el sitio de Punto Cedeño, con los sitios al  norte de Venezuela y el Caribe, ya que su estudio parece confirmar la expansión de motivos curvilíneos realizados con surcos redondeados,  que utilizaron con frecuencia en la cerámica y otros artefactos, al igual que en los petroglifos,  los portadores de la cerámica Saladoide/Barrancoide de posible lengua Arawak. 

Resúmenes  correspondientes  a las  lecturas esenciales:
PARTE 0.6-.
Introducción al Estudio del Arte Rupestre. Martínez. Botiva
PARTE 0.7-. 
Definición del Arte Rupestre. Martínez. Botiva
PARTE 0.8-.
 Localización del Arte Rupestre. Martínez. Botiva
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

En Este manual se presentan didácticamente, elementos básicos para el desarrollo del conocimiento de los sitios con arte rupestre, bien sean petroglifos o pictografías,  a nivel regional, nacional y mundial.  Los autores  D. Martínez, A. Botiva, divulgan la importancia  del Arte Rupestre como Patrimonio cultural, con la esperanza que llegue a manos de las comunidades  para  que se conozca, aprecie, valore  y  despierte la sensibilidad necesaria,  que  contribuya a la preservación de este verdadero museo al aire libre que por ser ignorado, está expuesto permanentemente a los actos vandálicos, esto hace que esté en proceso de desaparición, debido  a los deterioros de agentes atmosféricos y en  la mayoría de las veces, por la misma comunidad. cultivar la conciencia  que reconozca la importancia de las huellas  antiguas, preservara esta información histórica para  las generaciones venideras  y  estudios posteriores.  El arte rupestre por encontrarse en su sitio original y ser visible, es un importante recurso educativo, mediante su adecuada gestión, se lograra incrementar  el potencial de los municipios a nivel de su desarrollo cultural y turístico.
Según, el territorio Colombiano fue poblado por una gran diversidad indígena,  desde hace más de 16.500 años. El conocimiento que se tiene de estos grupos humanos del pasado, ha sido posible, en gran parte, gracias a las modificaciones que realizaron a su entorno y de los objetos materiales que elaboraron. Los primeros registros escritos con las descripciones de un territorio con una gran diversidad  indígena y que no desarrollaron la escritura, fue por los españoles en el siglo XVI,  ellos dejaron consignadas en diversas crónicas sus impresiones de las costumbres y elaboraciones materiales, así como las primeras referencias de la existencia de  manifestaciones rupestres con  figuras de cruces,  en paredes de grandes rocas y peñascos. Varios cronistas como: Vargas Machuca], Fray Pedro Simón y Juan de Castellanos, advirtieron la presencia de “extraños signos” que los indígenas atribuían a sus antepasados míticos y que los españoles interpretaron como prueba de la presencia de apóstoles evangelizadores.  Ya para  el siglo XIX,  se iniciaron los primeros estudios enfocados a la descripción e interpretación de pinturas y grabados que se venían encontrando principalmente en el altiplano cundiboyacense. Entre estos estudiosos se cuentan Manuel Ancizar (Comisión Corográfica), Ezequiel Uricoechea, Liborio Zerda y Vicente Restrepo entre otros. 
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Pero  fue el ingeniero bogotano (1859-1931) quien publicó en la década de los 20 el resultado de sus investigaciones en torno a la que llamó “La Civilización Chibcha”, realizó un álbum de dibujos (El Jeroglífico Chibcha), documento el estudio de la técnica de elaboración, conservación, distribución geográfica, atribución cultural, relación con mitos y  leyendas.  En cien años no se a avanzado en el estudio y comprensión de estas manifestaciones. Solo se sabe que en su paso por el mundo, el hombre ha dejado plasmadas en cuevas, piedras y paredes rocosas, innumerables representaciones de animales, plantas u objetos; escenas de la vida cotidiana, signos y figuraciones geométricas,  obras consideradas entre las más antiguas manifestaciones de su destreza y pensamiento. Antes del desarrollo de la escritura, las sociedades humanas posiblemente registraban ya, mediante la pintura y el grabado en piedras, una gran parte de sus vivencias, pensamientos y creencias. Expresadas de una manera muy sintética, estas manifestaciones son el reflejo de la capacidad intelectual de la humanidad para abstraer y representar su realidad.
Con el el desarrollo de las ciencias y en particular de la arqueología se fue transformando el campo de la investigación destacandoce los trabajos, en su mayoría de carácter interpretativo por: José Pérez de Barradas, José Uribe e Ignacio Borda, Eliécer Silva Celis, y Wenceslao Cabrera Ortíz. En la actualidad, algunas personas e instituciones vienen estudiando el arte rupestre y gracias a ello hoy en día es posible tener un panorama general de la localización de pinturas y grabados en el territorio nacional Colombiano, sin embargo y a excepción de algunos parques públicos y predios privados, son muy pocos los sitios en los que se intenta conservar realmente este patrimonio. En Cundinamarca, los petroglifos se encuentran indistintamente en cualquier sector de la superficie de rocas aisladas, pueden estar grabados muy superficialmente, a manera de pequeños puntos que no se distinguen sino a poca distancia, hasta los que se conforman por surcos de cerca de 2 cm de profundidad o los que presentan la excavación de amplias áreas planas. Se distinguen una gran variedad de motivos, entre los cuales podemos destacar: espirales (circulares y cuadradas), círculos concéntricos, hileras de puntos, caras triangulares, cuadradas y circulares, antropomorfos, cuadrados con divisiones interiores, meandros, etc. Estos motivos se encuentran dispuestos y mezclados en complejas composiciones, muchas veces entrelazados o superpuestos. Es muy común encontrar pequeños hoyos oradados en las rocas (cúpulas) o líneas resultado del pulimento de alguna herramienta (afiladores). Los petroglifos en Colombia se encuentran distribuidos por todo el territorio y parecen estar más ampliamente difundidos que las pictografías. Muchos de estos sitios permanecen aún sin descubrir entre la espesa vegetación o en medio de cultivos o potreros para ganadería, semienterrados bajo una capa de suelo o intencionalmente ocultos con basuras y desechos por los propietarios de las fincas. Otros están siendo destruidos por picapedreros o han desaparecido ante el avance de los crecientes perímetros urbanos. Algunos son encontrados al abrirse el paso para una nueva carretera o embalse, o al limpiar un terreno para la siembra.
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 En la costa atlántica se conocen los de la Sierra Nevada de Santa Marta, en medio de una región actualmente habitada por comunidades indígenas (kogi y arhuacos). En  el Atlántico,  municipio de Tubará, en San Juan Nepomuceno en Bolívar y en el resguardo indígena Yuco en el Cesár. En los cauces de ríos y quebradas de la región andina, en muchos municipios de Antioquia, y en la zona cafetera de Caldas, Quindío y Risaralda. Tambien en los departamentos de Cauca y Nariño algunos sitios siguen siendo lugares sagrados para los indígenas y comunidades campesinas que mantienen sus tradiciones ancestrales. En la amazonía y orinoquía colombiana, en el cauce de muchos ríos, la época de sequía hace descender las aguas y es posible observar miles de trazos grabados, como los de la Pedrera y Araracuara en el río Caquetá, que los indígenas Uitoto interpretan como recuerdo de sus antepasados míticos. También se pueden observaren algunas paredes rocosas en El Encanto cerca a Florencia (Caquetá); o rocas aisladas en el raudal del río Guayabero (Guaviare) y en el Vichada sobre el río Orinoco. Desde la zona arqueológica de San Agustín, al sur del departamento del Huila y, durante el recorrido del valle que forma el alto río Magdalena hacia el norte, se presentan una gran cantidad de rocas con grabados que han venido siendo reseñados desde mediados del siglo XIX, cuando la comisión corográfica elaboró el primer levantamiento de la famosa Piedrapintada de Aipe. También se han reportado petroglifos en Ocaña (Norte de Santander), San Vicente de Chucurí y Floridablanca en Santander, en Honda y San Juan en el Tolima, en la isla Gorgona en el océano Pacífico y en sitios aislados del altiplano cundiboyacense (Villa de Leyva, Buenavista, Iza, Gámeza y Guasca). Aipe (Huila). En el Parque Nacional Natural Chiribiquete esta uno  de los murales  que quizá sea el más grande complejo rupestre en el país. Signados en los paredones de imponentes tepuyes, se representan gran variedad de escenas, especies animales y otros signos difícilmente identificables. Este sitio está nominado a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En   Honda (Tolima), sector del Abrigo de Perico. Hay uno de los más grandes páneles de petroglifos del país. Grabado sobre un soporte de origen volcánico muy frágil (arenisca tobácea), este sitio se encuentra en gran peligro de desaparición. Mongua (Boyacá). Este yacimiento posee excepcionales representaciones de animales (venados), lo que no suele ser común en el arte rupestre del altiplano cundiboyacense. 
Se conoce entonces como petroglifos a una imagen que ha sido grabada en las superficies rocosas (del griego petros: piedra y griphein: grabar). También conocidas como grabados rupestres, estas manifestaciones fueron elaboradas al sustraer material de la superficie rocosa con instrumentos de una dureza superior. Para lograrlo, el antiguo ejecutor pudo utilizar punteros de piedra u otros elementos elaborados específicamente para tal fin, pero hasta ahora en Colombia no ha sido posible hallar herramientas de este tipo que se puedan asociar con algún sitio rupestre, es posible que el instrumento utilizado se destruyera en la acción de grabar. Lo común, en cambio, ha sido encontrar fragmentosde roca tallada (lascas) que podrían evidenciar que los instrumentos se realizaban en el mismo sitio y que no se trataba de objetos muy elaborados, pues su vida útil era muy corta. Fueron varias las tecnicas que utilizaron para grabar las formas, que gracias a la permanencia de la roca, aún podemos apreciar. Algunos petroglifos fueron hechos al picar la superficie con una roca más dura, mediante el golpeteo constante con otro instrumento auxiliar, a la manera del cincel y el martillo (percusión). Otros fueron grabados al rayar con el filo de una roca tallada (rayado). La superficie también pudo ser frotada con un instrumento de piedra y finalmente pulida con la ayuda de arena y agua (abrasión). Se pueden encontrar en:  Rocas aisladas, también conocidas como bloques erráticos. Este tipo de rocas yacen o afloran sobre la superficie del suelo. En Abrigos: formación rocosa que presenta un alero que permite establecer habitación o resguardo temporal. En Cuevas: Oquedad rocosa de considerable profundidad que también permitia su habitación. Superficial: Afloramiento rocoso que asoma a ras o a solo pocos centímetros de la superfície. En Paredes rocosas: Configuración rocosa que aflora perpendicular al suelo y generalmente sobre pendientes montañosas. 
En lo correspondiente a las Pictografías (del latín pictum: relativo a pintar, y del griego grapho: trazar) son grafismos realizados sobre las rocas mediante la aplicación de pigmentos y se conoce como pintura rupestre, se caracteriza por utilizar en su preparación sustancias minerales (óxidos de hierro, manganeso, cinabrio, carbón, arcillas), animales (sangre, huevos, grasas) o vegetales (grasas, colorantes). Diversas mezclas se llevaron a cabo para obtener pigmentos que van desde el negro hasta el blanco, pasando por una amplia gama de rojos ocre, naranjas y amarillos.
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El rojo es el color más utilizado en la mayoría de las pictografías halladas en Colombia y alrededor del mundo. Análisis microquímicos y especializados como la difracción de rayos X y la microscopía electrónica de barrido se logrado conocer que el pigmento que da como resultado el rojo está constituido por dos minerales: óxidos de hierro (hematita y goethita), y cinabrio, (mezcla de mercurio y azufre), materiales que se obtienen de la naturaleza pero que para ser convertidos en pigmentos requieren de un largo y minucioso proceso. Estos pigmentos se aplicaron con los dedos (pintura dactilar) o con algún instrumento a manera de pincel. En muchos sitios rupestres es posible reconocer la impronta de los dedos o de la mano completa [Pág.44], lo que sugiere una aplicación directa del pigmento; pero también se advierten trazos muy finos o, por el contrario, áreas muy grandes, que debieron ser realizadas con algún instrumento (pinceles o hisopos). También existe un tipo especial de pintura que se denomina negativa y que se realizó soplando desde la boca el pigmento pulverizado sobre un objeto (por ejemplo, la mano), dando como resultado una imagen de su contorno. Las pinturas rupestres han logrado conservarse hasta nuestros días debido a un particular equilibrio entre la composición del pigmento, la superfície de la roca y el medio ambiente, esta afortunada coincidencia de factores  permite, hoy en día, reconocer en estas obras una expresión esencial de su pensamiento. Los motivos gráficos más recurrentes son: rombos, zig-zags, meandros, improntas de dedos y manos y círculos radiados, entre otros. 
Las Pictografias se encuentran únicamente en las superficies verticales de rocas aisladas, abrigos o paredes rocosas. Aunque esto evita en gran medida que se deposite material orgánico en su superficie, algunas especies de líquen suelen crecer sobre los trazos, ocultándolos y acelerando así su destrucción. Al igual que los petroglifos, las pinturas se presentan desde aisladas en motivos individuales hasta entreveradas y superpuestas en complejas composiciones. Algunas veces han sido trazadas sobre una superficie previamente preparada con una capa de pintura roja o naranja. En el altiplano cundiboyacense, y principalmente a alturas superiores a los 2.300 metros sobre el nivel del mar, se encuentra una gran cantidad de pinturas que, por compartir rasgos comunes (color, técnica e iconografía entre otros), parecerían pertenecer a una misma y gran tradición cultural precolombina. Sus motivos suelen ser geométricos y resulta difícil identificar en ellos algún objeto de la naturaleza. En las ásperas pendientes que rodean la Mesa de los Santos en el departamento de Santander se han reportado pinturas en color rojo, naranja, verde, negro y blanco. En el departamento del Huila, en medio de una región donde suelen ser más comunes los petroglifos, se encuentran algunos conjuntos pictográficos en color rojo ocre. En la amazonía y orinoquía colombiana es común hallar pinturas cerca a los raudales de los ríos o en la altitud de sus cerros aislados. Son representativos, además de los conjuntos de los ríos Vaupés, Inírida (Guainía) y Apaporis, los paredones de la Sierra de la Macarena (Meta), el Monumento Guayabero en el departamento de Guaviare, y los imponentes murales de la Serranía del Chiribiquete (San Vicente del Caguán, Caquetá), descubiertos en 1977. Todos estos sitios tienen en común la representación naturalista de la variada fauna de la región y la aparición de la figura humana en medio de escenas de caza y posibles rituales. También se han reportado pinturas rupestres en Nariño (Ipiales y Pasto) y en Hato Nuevo en la Guajira
El arte rupestre es una manifestación cultural común a toda la humanidad, y es posible encontrarlo en prácticamente toda la faz del planeta. A continuación se reseñan algunos de los sitios de arte rupestre más conocidos, muchos de ellos declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. En 1879  se descubriero la primera pintura rupestre. Marcelino Sanz de Sautuola, junto con su pequeña hija María, hallaron en el techo de una cueva en Altamira (Santander, España), un excepcional conjunto de bisontes multicolores. A este hallazgo, que fue presentado ante la comunidad científica en 1880, se le negó en un principio su autenticidad, pues se consideraba que este tipo de representaciones no correspondían con la primitiva capacidad técnica y mental que, se creía, poseía la sociedad prehistórica. Les siguieron los siguientos hallazgos de: El Castillo, Maltravieso, La Mouthe, Niaux, Font de Gaume, Lascaux, Chauvet, Cosquer y muchas otras más en España y Francia, demostrando que esta tradicion de Pinturas Rupetres tienen 25.000 años de antigüedad. Con más de 300 cuevas registradas, el arte parietal paleolítico europeo de la región franco-cantábrica se caracteriza por encontrarse con profundas grutas, y por representar, entre otras formas, animales ya extintos, o migrados a otras regiones, como mamuts, bisontes, renos, pingüinos, leones y rinocerontes. Al oriente de la península Ibérica se encuentra un importante conjunto pictográfico denominado “arte levantino” cuya antigüedad se puede remontar al 8.000 a.C. y que a diferencia del arte parietal paleolítico, suele encontrarse al aire libre en abrigos de poca profundidad y representando vívidas escenas de la cotidianidad humana de esos tiempos. Se pueden identificar, de una manera muy esquemática, escenas de caza, trabajo agrícola, domesticación de animales, combates y danzas.
El fiordo de Alta en Noruega, cerca al Círculo Polar Ártico, hay  evidencias de pinturas y grabados del año 4.200 a.C. hasta el 500 a.C. En  Valcamonica, alpes Italianos, contiene una de las más grandes colecciones de petroglifos de los albores de la historia descubiertos hasta ahora, más de 140.000 signos y figuras, grabadas durante un período de 8.000 años (desde el Neolítico hasta tiempos de la ocupación romana), representan motivos relacionados con la agricultura, navegación, guerra, ritos, entre otros. En el valle de Çoa, en Portugal, se encuentra una oncentración de rocas grabadas con fauna (caballos, cérvidos y bovinos) atribuida al paleolítico superior (22.000 a.C.-10.000 a.C.), único en el mundo, este arte rupestre fue rescatado de hundirse bajo las aguas de una represa en construcción. Al Norte de Africa se encuentra  el desierto del Sahara Tassili n’Ajjer, con más de 15.000 pinturas y grabados con  representaciones de animales y diversas escenas, desde el año 6.000 a.C. hasta los primeros siglos de nuestra era. El Drakensberg Park en Suráfrica posee la más grande concentración de pinturas rupestres en el sur de Africa. Localizadas en cuevas y abrigos rocosos, estas pinturas de animales y seres humanos, son atribuidas a los grupos nativos San, quienes posiblemente las realizaron durante un período de 4.000 años.  En el  Parque nacional Kakadu en Australia ha sido habitado continuamente desde hace 40.000 años, por cazadores-recolectores de tiempos prehistóricos hasta los aborígenes que en la actualidad viven allí,  los cuales por  una tradición muy antigua, aún siguen elaborando arte rupestre. La Isla de Pascua (Chile) es el asiento de la cultura Rapa Nui. Esta isla polinésica situada en medio del océano Pacífico,  se destacan las grandes esculturas conocidas como Moai y más de 1.000 sitios con pinturas y petroglifos y la representación del hombre-pájaro, mito de gran trascendencia para esta cultura. En la región de Huashan en el sureste de China, se halla el más grande mural con pinturas rupestres en el mundo (200 m x 40 m). Contiene más de 1.800 figuras, que tienen desde 30 cm hasta 3 m de altura y representan probablemente a guerreros con espadas, perros y aves, datan de más de 2.000 años. En la región de Bhimbetka, en la India, se encuentra uno de los más grandes conjuntos de pinturas  rupestres  del continente, con pinturas en colores rojo, blanco y verde, son figuras humanas, animales y escenas de cacería. En Río (Argentina), está  la Cueva de Las Manos, ejecutado entre el 10.000 a.C. y el 700 d.C. Este sitio toma su nombre de la gran profusión de impresiones negativas y positivas de manos, también hay representaciones de animales y escenas de caza. La Sierra de San Francisco en la Baja California (México)  hay muestras de pinturas que ilustran seres humanos y especies animales (mamíferos, peces, reptiles y aves), notablemente bien conservadas debido al clima seco y a la difícil accesibilidad al sitio,  con una data de 7.500 años. En la Sierra de Capivara (Piauí, Brasil), los  abrigos rocosos están decorados  representaciones de ceremonias, ritos, mitos y escenas de la vida cotidiana. Con  antigüedad en más de 12.000 años, lo que representaría un importante testimonio de uno de los más tempranos vestigios humanos de América del Sur.
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Resumen de la Lectura Esencial  N° 0.9
 Arte Rupestre Colombiano
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Para los autores, la explicación del significado del Arte Rupestre, esta influenciado por la sociedad Occidental, donde sus cuestionamientos científicos y las respuestas dadas a los mismos, atraviesan todos y cada uno de los campos de acción o indagación, con lo cual se rompe la barrera entre las denominaciones científicas naturales y sociales. Se utiliza el manejo de la información como herramienta explicativa; lo gráfico comunica acontecimientos históricos, vivencias, pensamientos, creencias, las imágenes transmiten mensajes visuales, que a través del tiempo se modificaron, hasta adquirir un carácter simbólico, ligado a factores medioambientales, religiosos y sociales. Las preguntas y respuestas sobre el pasado no deben ser solo recopilaciones de estudiosos que buscan el conocimiento por el conocimiento.
Dan una explicación mágica, donde es el Chamán, quien en el momento del trance visionaria las figuras del Arte Rupestre y las grabaría o pintaría  en las rocas, según  por la ingestión de alucinógenos, estas figuras serian  de origen netamente neurofisiológico, denominadas fosfenos: espirales, zig-zag, círculos radiados y rombos, las cuales se producen dentro del ojo y el celebro, siendo por esto comunes a todos los seres humanos y utilizadas como un símbolo instrumental, que le permite  el paso  a  mundos sobrenaturales,  solucionando problemas terrenales: ausencia de lluvias, cura de enfermedades, búsqueda de alimentos entre otros. De acuerdo con lo anterior el Arte Rupestre operaria en doble sentido: como “vehículo” que permite la comunicación convirtiendo  el espacio en sagrado, porque allí habitan  los seres sobrenaturales o porque sea un portal para ingresar a su mundo y entrar en con tacto con ellos y, como producto de la misma, ya que el Chamán  es quien observa estas determinadas figuras y las reproduce durante o posterior al ritual. Estos  sitios vendrían hacer también, lugares de aprendizaje de los chamanes e iniciados. Todo esto es lo que se cree,  pero lo  más difícil es dar una respuesta, teniendo en cuenta la imposibilidad de una traducción cultural en nuestros propios términos, también porque existen un gran numero de figuras que no corresponden con las limitadas categorías dadas por lo “fosfenos”. Fue Dolmatoff (1985, 1987), quien sugirió este origen chamanico y neurofisiológico para el Arte Rupestre Colombiano y en general. Esa noción de la producción del Arte Rupestre por la ingestión de alucinógenos,  ritos y los seres extraños y oscuros, solo contribuyen a mantener la imagen del Indígena como un ser primitivo con creencias atrasadas.
Otra explicación del Arte Rupestre esta enmarcado dentro de una perspectiva ecológica y social donde la información posibilita la supervivencia en dos escalas, la grande con sistemas abiertos, que permiten el acceso a los recursos alimenticios alternativos en caso de escasez o falta de los propios, la pequeña con sistemas de redes estrechas y limitadas permitiendo solo el acceso a ciertos grupos privilegiados sobre recursos específicos y concentrados geográficamente (Jochim, 1990; Barton et al, 1994). En otro campo se encuentra la semiótica, entendida como el estudio de los sistemas de signos creados por el hombre, con un fin comunicativo que según el aspecto, carácter o la  ocasión, convierten el objeto en: visuales, táctiles, olfativos, gustativos, combinando según su necesidad, ya que, cualquier cosa, puede  ser explicada con este sistema. No  se debe desconocer que el análisis del mensaje implícito en el sistema de signos, esta sujeto a una multiplicidad de lecturas e interpretaciones, donde se deben distinguir la significación que le atribuye el grupo social emisor y las que  le adjudique el investigador observador, quien interpretara y dará sus conclusiones influenciado por su carga cultural, quedando  este análisis en el marco de las hipótesis y  pueden ser entonces, sometidas a pruebas de verificación, teniendo en cuenta que será una elección planificada e intencional, ya que, por ejemplo, las categorías como naturalista, geométrica o esquemática, son intentos de decodificación y recodificación elaborados desde el punto de vista Occidental, con niveles de análisis que pueden  estar dados por la formación de unidades complejas; que se descomponen a  partir de elementos mínimos, en representaciones figurativas, que se acercan a lo humano o animal, o a partir  de unidades simples en la segmentación y diferenciación como: serpientes, cuadrúpedos, humanos, las complejas no son figurativas sino abstractas. Son todos estos análisis complicados los llamados estilísticos y tipológicos utilizados en las investigaciones comparativas de rocas y conjuntos en América.
Según para algunos investigadores y los autores de esta lectura Esencial, el signo es un objeto observable, mientras para  otros solo toman en cuenta los sistemas establecidos, como los códigos de rutas, sistemas de significación, practicas culturales. Es  un tremendo ejercicio antropológico la  Interpretación  del Arte Rupestre, al intentar traducir las culturas con códigos que permiten la comunicación y construcción de significados. Al igual se ha discutido sobre como proteger estos grabados en las rocas a la hora de realizar los registros, porque sumado al desgate de las rocas por el calor y la humedad, se han venido realizado practicas  que se creían inocuas;   lavarlos con detergentes, limpiarlos con cepillos y remarcarlos con tizas, para apreciar mejor las figuras. Definitivamente se necesitaría hablar el lenguaje de las rocas, la gramática de los físicos y químicos para lograr desde el momento mismo del registro conservar el Arte Rupestre, se espera que el avance de la ciencia y del conocimiento,  logre descifrar lo que quisieron comunicar nuestros antepasados.
Resumen de la Lectura Esencial  N°0.10
El Arte Rupestre de España, Patrimonio Mundial.                                                                  (Andalucía. Martínez. Mellado).                                       
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

En este resumen, se resalta el Patrimonio Mundial de Arte Rupestre  Español, ya que España es el segundo país del mundo con mayor número de bienes patrimoniales y cuenta con dos inscripciones que fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO, en la categoría de Arte Rupestre;  la cueva de Altamira, de 1985 y la del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, de 1998. También se le sumo la inclusión de la ampliación de la cueva de Altamira  “Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica”, en el  2008, que comprenden 17 yacimientos. Otras  seis comunidades autónomas como: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia, en cuyo territorio se a documentado la distribución del singular fenómeno del arte rupestre levantino, pusieron en marcha la propuesta de declaración de Patrimonio Mundial y consignaron 757 registros, correspondientes a estaciones pintadas que se reparten por más de 150 municipios. Los criterios que justifican la propuesta son: por la exclusividad territorial del Arte Rupestre levantino, su  excepcionalidad documental, la riqueza medioambiental y la fragilidad y vulnerabilidad de estos conjuntos Rupestres.
Las declaraciones de Patrimonio Mundial amplían las responsabilidades sobre la protección y la conservación de los bienes inscritos, obligando a las naciones a identificar y transmitir el patrimonio cultural y natural garantizando las máximas medidas de protección, para que su conocimiento y divulgación no generen riesgos añadidos a su conservación. El Centro de Patrimonio Mundial desarrolla acciones en estrecha colaboración con los representantes de los organismos consultivos de la Convención -ICOMOS, ICCROM y UICN- y con algunos de sus comités  specializados –Comité Internacional del Arte Rupestre del ICOMOS-, a fin de explorar todas las formas de aplicación de las Directrices Prácticas de la Convención en relación a los sitios con arte rupestre por la singularidad y peculiaridad de este repertorio el cual esta lleno de los reflejos de la cotidianidad y de las creencias, donde la magia, la caza, la recolección, las relaciones sociales, la guerra y otros aspectos, jugaron un papel fundamental, en un período de la evolución cultural de la humanidad.
Hoy día existen 29 lugares con arte rupestre prehistórico, distribuidos por diferentes países del mundo, incluidos en la Lista de Patrimonio Mundial. Sus contenidos gráficos, con 40.000 años de recorrido, nos ofrecen un panorama complejo y diverso de las manifestaciones Rupestres pintadas y grabadas más antiguas de la humanidad. Las diversas excavaciones arqueológicas realizadas en la Península Ibérica, desde principios del siglo XX, han permitido indagar sobre la prehistoria en varios yacimientos  como: cueva de Ambrosio, cerro de Las Canteras, cerro de Los López o los conjuntos megalíticos de la vega de Vélez Blanco y Vélez Rubio, situandonos en el mundo paleolítico, neolítico y calcolítico. Descubierto por Federico de Motos, fue visitado por Breuil en 1911, realizándose un primer sondeo del que éste último publicó algunos resultados. En la cueva de Ambrosio se encontro información valiosísima para conocer el desarrollo del Paleolítico Superior con las fechas de carbono 14 para sus niveles Solutrense Superior y Solutrense Superior Evolucionado 16600 a.n.e y 16500 a.n.e. cuando la economía era depredadora, con aprovechamiento de los recursos naturales, hasta la Prehistoria Reciente. En esta última etapa encontramos dos tipos de manifestaciones pintadas: el arte levantino que aparecen al aire libre, localizadas en abrigos poco profundos, siempre abiertos a la luz del día, a veces situados en acantilados verticales. En sus escenas aparecen motivos humanos y animales que forman composiciones de temática muy variada, entre las que predominan las escenas de caza, recolección, rituales, lucha y, en menor medida, actividades agrícolas y ganaderas. El segundo tipo es el  arte esquemático, cuyo conjunto de estaciones es el más numeroso, representa a un mundo complejo, que abarca una gran variedad de manifestaciones, que parece dibujar un proceso ligado a la organización social y económica de las sociedades que las realizan. Su distribución territorial, repetitiva, recurrente, garantiza su vinculación a mecanismos de mantenimiento del poder y del control social, proyectando la ideología dominante por el territorio.
En el yacimiento Cerro de Las Canteras, se cuenta con una numerosa información para el Neolítico Final, con diversos yacimientos al aire libre, en los que predominan las industrias microlíticas y las cerámicas lisas. La ocupación prehistórica de la comarca de Los Vélez ha dejado numerosas evidencias, que han persistido al paso de los siglos, y hoy ofrecen un importantísimo conjunto documental sobre el pasado de estas tierras. En la cueva Ambrosio, se tiene un claro ejemplo de un bien mixto, natural y cultural, que cumple las expectativas de la Convención de Patrimonio de UNESCO.


En la primavera de 1911, Breuil, Cabré, Siret y Motos visitaron la cueva de Los Letreros, en el panel principal de la cueva encontraron una composición pintada que permite indagar sobre un sistema de parentesco. Son una serie de figuras entrelazadas que ya habían sido objeto de interpretación por parte de Breuil, Schuster y Acosta, como la representación de una rama de antepasados.

Se trata de uno de los ejemplos más evidentes y complejos que se pueden observar de la organización social dentro del fenómeno rupestre esquemático, son el reflejo de grupos que muestran un creciente sentido de solidaridad y que ya poseen una ideología de derechos exclusivos sobre los recursos que explotan, surgieron en contraposición a los grupos  cazadores y recolectores, fueron paralelos al desarrollo de la agricultura y  una progresiva identificación entre grupo y territorio. 



Estos aspectos de las manifestaciones rupestres hacen necesario garantizar las máximas medidas de protección. La Comunidad Autónoma de Andalucía ha culminado numerosos expedientes de protección basados en criterios conceptuales relacionados con el paisaje cultural, garantizando la preservación de la cueva de Los Letreros, al protegerla con una verja perimetral y también se han aplicado las nuevas tecnologías, con el escaneado del abrigo y la fotografía multiespectral de las figuras  para incorporar  información visible sobre estas  pinturas. La preservación de estos valores culturales universales, debe articular un programa de actuaciones de puesta en valor y gestión, de forma que sean capaces de aportar a las comunidades que habitan en sus entornos nuevas oportunidades de progreso social, económico y cultural.


Resumen de la Lectura Esencial  N° 0.11
Sobre técnicas, temas y etapas 
del Arte Paleolítico de la Región Cantábrica
             Francisco Jorda Cerda
Marulanda Ríos Ana
     Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Esta lectura esencial se refiere a la investigación del Arte Rupestre de  la región cantábrica, donde el autor explica que partió  de los resultados obtenidos por el famoso investigador Breuil, ampliando sus ideas y añadiendo nuevas conclusiones para el arte paleolítico de la región, En el sistema de Breuil se canaliza el arte franco- cantábrico dentro de dos grandes ciclos, el Auriñaco-Perigordense y el Magdalenense, quedando entre ambos una especie de enlace artístico que corresponde al Solutrense, por el  estudio de dos técnicas, la de los grabados estriados o del claroscuro y la de la pintura asociada al grabado, se han logrado identificar plenamente,  por los distintos modos o maneras empleados en el paleolítico cantábrico para realizar sus obras y vencer las dificultades de expresión que las mismas planteaban, se describe que podrían llevar a un planteamiento nuevo del arte paleolítico, recapitulando los esfuerzos y mejorándo en torno a las técnicas, la temática y justificación del arte solutrense. 
En los estudios se realizo una pequeña estadística de las distintas etapas culturales del Paleolítico superior cantábrico y el número de niveles arqueológicos, conocidos hasta la fecha y atribuidos a cada una de ellas:  Auriñacense y Gravetense que revelan ser unas épocas limitadas en actividad cultural,  en el Solutrense superior y el Magdalenense inferior cantábrico existió la mayor densidad de niveles arqueológicos, lo cual se relaciona con un aumento de población, especialmente  con respecto a las etapas auriñacenses y gravetenses, esta fue una breve divagación estadística,  en las futuras investigaciones seguramente se  modificaran los números de niveles culturales para cada etapa, ya que nunca un pueblo en decadencia cultural y en regresión demográfica ha producido abundantes obras de arte. Los yacimientos rupestres de mayor trascendencia para el estudio del arte cantábrico, como son Altamira, La Pasiega y Candamo, presentaron niveles arqueológicos con restos culturales del Solutrense y Magdalenense inferior.
Se considera al artista paleolítico como un ser en movimiento, en busca de una continuada perfección. Buena prueba de ello son las distintas técnicas que el hombre empleó para traducir a forma artística los distintos elementos que integraban su mundo sentimental y emocional. Un grabado de trazo profundo de época auriñacense, tendría el problema esencial de recrear una figura animal, completa o no, encerrándola dentro de un contorno simple y de convencional sencillez, sin que llegase a preocuparle excesivamente el problema del movimiento, ni el volumen, ni lo anatómico, pero una pintura de Altamira, por el contrario  tenía planteados una serie de problemas nuevos y distintos, como el estudio de las formas anatómicas, el sentido de la tercera dimensión, volumen, el movimiento y la policromía. Sin embargo, en ambos artistas se encuentra el mismo fin, la representación de una figura animal, pero cada uno lo "vio" de un modo distinto. Para ello el artista de Altamira necesitaba la posesión de unas técnicas adecuadas. 
La forma más antigua de expresión es la línea, grabada o pintada, y mediante ella se valoran las partes de un contorno. Esta sencilla y primitiva forma de expresión artística recurre a dos técnicas: a) grabado de trazo profundo, b) trazo pintado de ancho desigual o irregular. Ambas técnicas se encuentran bien documentadas en la región cantábrica con ejemplos que se encuadran dentro del ciclo auriñaco-gravetense. Entre las  técnicas de grabado mejor conocida y con amplia repercusión cronológica pertenece netamente al Solutrense, es el grabado estriado, o del claroscuro y para las técnicas pictóricas  la del trazo pintado punteado, llamada también de tampón, en la que los contornos de las figuras se resuelven transformando la línea continúa en una sucesión de puntos o manchas. Otra técnica pictórica es la de la pintura asociada al grabado, son placas pintadas y grabadas de la cueva. Por lo general, la pintura suele ser monocroma, empleándose el rojo y menos el negro, que se emplea para acentuar el sentido del relieve en algunas partes, pero en otras ocasiones, como en Altamira, se llega a la máxima expresión del sentido pictórico, la policromía. 
Desde el primer momento el artista paleolítico nos introduce en un mundo artístico; realista, idealista, naturalista, abstracto, donde desarrolla su visión recreadora tanto interior o exterior del mundo. Una observación atenta del arte paleolítico nos conduce a la conclusión de que en el mismo existen tres grandes temas: el animal, clasificado como ideomorfo, es  el más desarrollado, donde se representa el mundo exterior por su diario quehacer. Pero para el cazador paleolítico, existía otro mundo que el exterior con el que se enfrentaba necesariamente todos los días; el mundo interior en el que surgían series de imágenes, desprovistas de todo punto de contacto con la realidad, elementos ideales, puras abstracciones, que respondían a una serie de vivencias interiores, que necesitaban ser expresadas, de un modo análogo a como lo eran las visiones del mundo exterior. Surge así, el ideomorfo, que plantea ya desde los comienzos del arte la eterna dualidad del que darán origen al arte idealista y abstracto. Entre estos dos grandes tipos representativos se encuentra el tercer tema, el antropomorfo es una figura esquema, en el que los rasgos humanos reales se transforman en simples elementos formales, previamente elaborados, que traducen a la realidad en un sentido idealizante , como es el estudio de las llamadas "Venus" paleolíticas, son  figuritas femeninas con una serie de elementos; pechos, caderas, vientre, sexo Estas figurillas, en las que posiblemente la feminidad y el sentido erótico entran a formar parte mitad por mitad, responden sin duda a un momento cultural de neto predominio de la mujer.
Los antropomorfos son representaciones idealizadas de seres reales  hembra y varón, pero en formas distintas, las femeninas conservaban  los rasgos fundamentales reales, solo abultamiento excesivo de las formas esenciales, en las representaciones masculinas, o masculiniformes, esos rasgos esenciales se esquematizan, conservándose en algunos casos el miembro viril, transformándose el resto en una "máscara". El autor de esta lectura, concluye en  que este hecho diferencial estriba necesariamente, en la observación contemplativa de  la mujer, como a un ser perteneciente a su mundo exterior y real, mientras que no podía captarse a sí mismo. Las  representaciones marcadamente femeninas: vulvas, escutiformes, claviformes, hacen pensar en una posible idealización del sexo. Además el  gran número de instrumentos decorados con motivos sexuales, así como amuletos, deben de estar en relación con ideas de fecundidad y procreación.  El grupo masculino tendería a exaltar la fuerza viril y los ideales varoniles de vida, en oposición a la ideología y "status" social marcadamente femenino. La presencia de antropomorfos de carácter fálico y bestial (Altamira), junto con la aparición de hombres con cabeza de animal (hombres-pájaros) nos pone en presencia de una religiosidad de tipo "dionisiaco", en la que se sacraliza la unidad hombre-animal.

 En el estado actual de los conocimientos acerca de las etapas no se puede hablar de sociedades totem icasy ritos chamánicos, sin embargo es posible rastrear en todo el mundo magdaleno- azilense una serie de elementos que posteriormente parecen encontrase en las sociedades de cazadores. De trazo continuo con figuras de tendencia lineal. El reciente descubrimiento de pinturas rupestres en la región de los Urales y la presencia de figurillas femeninas o "venus" en el territorio ruso son hechos que invitan a pensar en la posibilidad de la continuidad y vivencia del arte paleolítico dentro del neolítico. Dentro de la Historia de Edad de Piedra su Historia del Arte está aún por hacer. Es hora de que dejemos de hablar de prehistoria y tiempos prehistóricos cuando nos referimos a etapas que son el comienzo de la misma Historia.

Resumen de la Lectura Esencial  N° 0.12
Definición de Términos Básicos de Arte Rupestre y Conservación Preventiva
   Camilo Morón
Marulanda Ríos Ana
                                 Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Algunas partes de esta lectura no han sido tomadas en cuenta para el respectivo  resumen,  ya que estos textos fueron resumidos en las anteriores Lecturas esenciales como fueron la 0.1, 0.2, 0.3 y 0.4.  A continuación se  dan las siguientes definiciones:
 La antropología: por ser una palabra que proviene de las voces Griegas, ánthropos (hombre) y logos (estudio, tratado o ciencia). Es  definida como la Ciencia o el estudio del hombre, que también puede definirse como el estudio de la cultura o más exactamente como el estudio de la diversidad cultural, en tanto que cultura es “todo lo que el hombre hace” –aquí podría leerse todo lo que hacen el hombre y la mujer, o más breve y políticamente correcto: todo lo que hace la Humanidad.  Dando paso a la definición alternativa de “Ciencia de la Humanidad”. La  antropología como ciencia es relativamente nueva ya que surge como tal en el s. XIX (Tejera: 1999). Esta  ciencia debería conjuntar la arqueología, la etnología, la etnohistoria, la antropología física o biológica, “porque todas indagan diversas manifestaciones del hombre” (Ibídem). 
La Etnografía: tambien es de voz Griega, es un método de investigación de la Antropología Social o Cultural, pretende revelar los significados que sustentan las acciones e interacciones que constituyen la realidad social del grupo estudiado, ha sido considerado como uno de los procedimientos cualitativos de investigación más novedosos y eficaces para estudiar la realidad social, debido a su carácter flexible, holístico, naturalista, amplio, subjetivo, inductivo y descriptivo. 
El mito: . “El mito –sostiene Marc de Civrieux– constituye la raíz de toda cultura natural, es decir, de toda cultura autóctona, desde la época arcaica hasta la época actual, ya que sobrevive en las habitaciones humanas no urbanas de la actualidad y nada ha cambiado en su mensaje universal ni en sus episodios anecdóticos, desde el tiempo de los babilonios o los egipcios. No usa conceptos para expresarse, sino que relata escenas concretamente vividas y sus personajes son arquetipos que nunca mueren ni envejecen. Comunica enseñanzas fuera de los conceptos filosóficos de origen urbano, basados en hechos objetivos sin juicios de valor, posee símbolos  como todo lenguaje, con una particular sustancia de significados que ningún otro medio podría proporcionar. Para la clara valoración de los petroglifos, las fuentes y las piedras míticas y otras manifestaciones de nuestro legado indígena es preciso oponerlas sobre la totalidad del pensamiento mítico, se requiere entonces de una arqueología de la oralidad.
Museo: El ICOM (Comité Internacional de Museos, creado en 1946) definió al Museo (del griego mouseion: de las musas) en 1974, como una “Institución permanente, sin fines lucrativos, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, que adquiere, conserva, comunica y presenta con fines de estudio, educación y deleite, testimonios materiales del hombre y su medio.  El Museo, visto desde las perspectivas de la historia y la etnología, es un reflejo de los procesos sociales que conforman la identidad, desde la visión sociológica es escenario de reconocimiento de esa identidad, con referentes que tienen contenidos que transmitir. Museo Comunitario: el puente entre los Museos y las comunidades no está muy desarrollado, aún amplios sectores populares no frecuentan los museos y menos aún se ven reflejados en ellos. Al ser el museo comunitario una acción de valorización del territorio y sus habitantes, la comunidad no podría ser público de su propia vida, es un actor en cuanto es el intérprete de la acción y sobre quien recaen las consecuencias de sus actos, es usuario en la medida que reconozca las potencialidades de un museo. La musealización de un contexto arqueológico, virtud la  gestión comunitaria, orientada filosóficamente por principios anarquistas de organización y participación, es   expresión de un cambio de paradigma en cuanto al rol y el semblante futuro de los museos en el espejo social. El enfoque actual procura la integración de la ciencia, la gestión comunitaria y el desarrollo sustentable. 

En lo correspondiente a la Conservación Preventiva, se  propone para los fines del Diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre, las reflexiones de Gäel de Guichen (1999), si bien  están orientadas fundamentalmente a las colecciones de los museos también son aplicables a los yacimientos arqueológicos y los contextos históricos. La conservación y la restauración pueden ser comparadas con la medicina y la cirugía estética respectivamente, la conservación curativa se ocupa de los objetos del patrimonio cultural que pueden perderse por la presencia de un elemento destructor activo. En cambio, la conservación preventiva, al igual que la medicina del mismo nombre, se ocupa de todos los objetos del patrimonio, independientemente de que estén en buen estado o de que sean víctimas de un deterioro progresivo. Su finalidad es protegerlos de toda clase de agresiones naturales o humanas. La estrategia consiste en adoptar la conservación preventiva : Primero se ha de poner orden identificando y según los bienes que estén en peligro se toman medidas de conservación curativa y posteriormente se deberían efectuar las labores de interpretación (la estética por parte del laboratorio de restauración y la histórica y técnica por el laboratorio de investigación) y difusión (exposiciones permanentes y temporales, catálogos, productos derivados y conferencias). En esta definición de lo que entendemos por conservación preventiva, asumimos los sitios de Arte Rupestre como museos "in situ". 

Resumen de La Lectura Esencial 0.13 
La Restauración de Materiales Arqueológicos del Cophiam    
                          Helena García Martínez     
Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Es un tema que trata sobre la labor de restauración de numerosos objetos agrupados en cerámicas, vidrios, óseos y metales, pertenecientes a varias culturas. También se explican dos procesos de inhumaciones y, las  diferentes técnicas utilizadas para las restauraciones que son métodos  científicos, donde cualquier fragmento de cerámicas incompletas después de ser tratadas, pueden  resolver  interrogantes. Estas intervenciones son  por especialistas como: físicos, químicos, geólogos entre otros y documentar todos los procesos para facilitar el acceso a los demás  profesionales: con fotografías, micro-catas para observar la profundidad de las alteraciones, sondeos de solidez o  test químicos para comprobar la existencia de agentes dañinos. En estas restauraciones de las piezas arqueológicas del COPHIAM, en el Ayuntamiento de Alicante,  se han seguido los parámetros de prevención,  visibilidad y reversibilidad, estudiando las técnicas y los defectos de fabricación, causas de alteración y se han utilizado en su mayor parte resinas sintéticas reversibles como son el Primal Ac33 y el Paralloid B-72 que se repiten continuamente en consolidaciones. Los adhesivos siguen los mismos criterios y las reintegraciones de zonas ausentes se han realizado en casos imprescindibles y de fácil reconocimiento.
Descripción del tratamiento en las piezas cerámicas: según son frecuentes en las cerámicas procedentes de excavaciones, las fragmentaciones y deformaciones, también ofrecen  poca solidez las que han  tenido problemas de cocción por la alteración principal de sales, solubles e insolubles, donde hay un agente muy dañino como es el cloruro de sodio que circula en disolución por los poros de la cerámica,  al cristalizarse por el cambio de humedad causan fracturas y desprendimientos por presión. Estas se identifican con un test standard de cloruros realizado en el agua donde han estado sumergidas por 24 horas. Procediendo a la limpieza, eliminación de las sales solubles y no solubles,  secado pegado y reconstrucción.
A  las piezas de vidrio también se les realiza exámenes para el logro de su tratamiento de restauración, que comprende la eliminación de sales solubles, reconstrucción y pegado con algunos casos de reintegración. Para su conservación preventiva a parte de la luz mantener las piezas en una humedad relativa inferior al 40%. En los metales el  problema principal es la corrosión debida a ciertas reacciones químicas y electroquímicas que actúan en mayor y menor grado según sea la composición del  metal. En el momento de excavación se rompe el equilibrio adquirido a lo largo del tiempo y se desencadena una nueva actividad destructora.  El grado de corrosión se mide por la cantidad de productos de corrosión que se han originado y se realiza un tratamiento químicos de limpieza.

Resumen de La Lectura Esencial 0.14 
Jeannine Sujo Volsky (1948-2003)

Marulanda Ríos Ana
Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Jeannine Sujo  Volsky  antropóloga Venezolana nacida en Argentina en el año 1948 y muere en el 2003 de una fuerte enfermedad, Fue guiada por  el maestro del departamento de Antropologia  del IVIC, Jose Maria Cruxent, quien fue el gran conocedor de las manifestaciones rupestres de Venezuela. La tesis de Sujo, tuvo un impacto positivo en los estudios del arte parietal, ya que tenia una preocupacion  minuciosa en la estandarerizacion de la recolecion de datos. 
Fue quien  realizó, el más amplio inventario del Arte Rupestre y clasifico los petroglifos según la técnica de elaboración en: bajo relieve lineal: en el que se excavan el delineamiento de la figura y sus detalles internos, bajo relieve planar; donde se excava totalmente la figura, alto relieve lineal; en la que se excava el área alrededor de la figura y alto relieve planar; en la que toda la figura aparece elevada sobre el plano. Su registro fue de 379 yacimientos que contaba con: 320 estaciones de petroglifos; 28  pinturas rupestres; 10 piedras o cerros míticos, 6 conjuntos megalíticos; 18 bateas, 16 amoladores, 2 micropetroglifos, 1  geoglifo. 
Su labor sirvió de base para la creación posterior del archivo Nacional de Arte Rupestre, con sede en Caracas, el A.N.A.R, el cual ofrece facilidades de consulta a los investigadores. También fue una pionera en la aplicación de la informática a la arqueología. 
El Libro de gran trascendencia en la literatura sobre Arte Rupestre “Diseño de los Petroglifos en Venezuela”,  lo escribió Sujo en colaboración con Ruby de Valencia. A la vez promovió la publicación de una serie de libros sobre temas arqueológicos, por medio de ediciones Unidad Prehispánica de la Asociación “Juan Llovera”.
 Se destaca que toda su labor fue en condiciones personales muy difíciles, tenía un progresivo desgaste causado por la artritis.
 Tuvo su máxima expresión en la Exposición de “Huellas” en el museo de Ciencias en Caracas.
 Su sensibilidad espiritual y su tenacidad ante los retos, le confirieron fuerza y optimismo, enseñando que es posible desarrollar una labor fecunda aun en circunstancias mas adversas.

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